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¿Por qué el césped sufre en verano?

El verano es la estación más dura para el césped. Las altas temperaturas, la falta de agua y el uso intensivo del jardín provocan zonas amarillas, secas y un aspecto débil.
Con unos cuidados específicos, es posible recuperar el césped dañado por el calor y devolverle su frescura en pocas semanas.

1. Evalúa el estado del césped

Antes de actuar, observa con detalle:
Zonas amarillas → estrés hídrico o quemaduras solares.
Calvas → requieren resiembra localizada.
Aspecto pajizo → falta de nutrientes.

📌 Un buen diagnóstico te ayudará a aplicar el tratamiento correcto.

2. Siega ligera y limpieza

• Elimina hojas secas y malas hierbas.
• Corta el césped un poco más bajo de lo habitual, sin excederte.

👉 Recuerda: nunca cortes más de 1/3 de la altura en una sola siega.

Cómo recuperar tu césped tras el calor del verano

3. Airear el terreno

El calor compacta el suelo y dificulta la entrada de agua y nutrientes.
• Usa un aireador manual o una horca de jardín para pinchar el suelo cada 10–15 cm.
• Así el agua y el abono llegarán directamente a las raíces.

4. Riego profundo y eficiente

El riego inteligente es clave para recuperar un césped seco:
• Haz riegos abundantes y menos frecuentes, en lugar de muchos superficiales.
• Riega al amanecer o al atardecer para evitar la evaporación.
• Ajusta la frecuencia según la lluvia de final del verano.

5. Fertilización de recuperación

• Utiliza un abono rico en nitrógeno para estimular el verdor.
• Si el césped está muy castigado, combina con un fertilizante equilibrado NPK.
⚠️ Evita sobrefertilizar: demasiado abono puede quemar las hojas jóvenes.

6. Resiembra en zonas dañadas

• Escarifica suavemente las áreas calvas.
• Añade semillas del mismo tipo de césped.
• Cubre con una fina capa de mantillo o turba.
• Mantén la humedad constante hasta que las semillas germinen.

Cómo recuperar tu césped tras el calor del verano

7. Mantenimiento en la recta final del verano

• Mantén riegos regulares y controlados.
• Evita el tránsito excesivo en las zonas débiles.
• Planifica un abonado de refuerzo a inicios de otoño para fortalecer las raíces.

Conclusión

Recuperar el césped tras el verano es posible con unos pasos básicos: limpiar, airear, regar correctamente, fertilizar y resembrar cuando sea necesario.
En pocas semanas volverás a disfrutar de un césped verde, sano y uniforme, preparado para la nueva temporada
Si tienes dudas, ¡estamos aquí para ayudarte!